Que nudo en la garganta,que dolor en las entrañas,que rabia contenida,cuando ves a tu hija llorar por una decepción amistosa.Se me ocurren mil cosas pero ninguna que le ayude a crecer,a madurar...mi enojo es mucho mayor que su tristeza,por eso cayo,porque mañana,con su gran corazón de oro esto será olvidado y perdonado(aunque nunca reciba una disculpa)...la admiro.Admiro a los niños por su capacidad de perdonar las ofensas y olvidar el dolor...ojalá fuese tan fácil para mí...
   Pienso en Jesús colgado en la cruz pidiendo clemencia por nosotros "PERDÓNALOS PORQUE NO SABEN LO HACEN",cuánto perdón para semejantes pecadores!!!!!!!!!!
   La rabia de ver a mi hija tan triste,encerrada y llorando se fue mitigando con el pasar del tiempo,pero aún no olvido,entiendo que son cosas de niños(gracias a Dios)pero quiero enseñarle a mi hija que no se debe dejar pisotear,que con respeto tiene que hacerse valer,que una amiga de verdad no te cambia por un chicle,y que está muy bien saber perdonar (ella ya lo hizo...yo estoy en eso...)
   Quiero que ella sepa elegir sus amistades por sus virtudes y no por lo que tienen,que entienda que lo material desaparece pero lo espiritual siempre perdura.Quiero una hija fuerte para defender sus valores y blanda para perdonar.Una hija que sepa con seguridad lo que está bien y lo que está mal,y que siempre pero siempre se incline por lo que está bien,aunque la mayoría de las veces sea más díficil.
   El nudo desapareció,el dolor se convirtió en paz y la rabia en tranquilidad,mi hija supo perdonar de corazón y ahora duerme plácidamente,con la tranquilidad de saber que hizo lo correcto...Y yo aprendí,una vez más de ella...